La Presidencia Federal de IU aprueba por unanimidad una resolución para profundizar en el proceso de unidad popular de cara a las elecciones generales
La Presidencia Federal de Izquierda Unida, órgano de dirección de esta formación, ha celebrado esta tarde su última reunión prevista antes de las vacaciones estivales en la que, entre otros tema tratados, ha aprobado por unanimidad una resolución para profundizar en el proceso de unidad popular en el que se viene trabajando desde hace meses.
La elaboración de esta resolución es consecuencia del mandado dado en este sentido a la dirección de IU en el último Consejo Político Federal que tuvo lugar el pasado 14 de junio. En aquella reunión del máximo órgano de dirección entre asambleas se aprobó por amplia mayoría encaminar los pasos de Izquierda Unida a la búsqueda de una candidatura de unidad popular de cara a las elecciones generales previstas para el próximo otoño.
La elaboración de esta resolución es consecuencia del mandado dado en este sentido a la dirección de IU en el último Consejo Político Federal que tuvo lugar el pasado 14 de junio. En aquella reunión del máximo órgano de dirección entre asambleas se aprobó por amplia mayoría encaminar los pasos de Izquierda Unida a la búsqueda de una candidatura de unidad popular de cara a las elecciones generales previstas para el próximo otoño.
CONSTRUYENDO UNIDAD POPULAR
Las elecciones del pasado 24 de mayo dejaron encima de la mesa tres enseñanzas clave,
en primer lugar, se vuelve a constatar la tendencia descendente del bipartidismo una
vez se observa una nueva disminución de sus votos entre 2011 y 2015. Partido Popular y
Partido Socialista han pasado, en sucesivas elecciones locales, de representar el 71% de
los votos en 2007, el 65,3% en 2011 hasta el 52% de la última convocatoria. No obstante,
este último porcentaje es similar al de hace un año y medio, cuando en las elecciones
europeas ambas formaciones obtuvieron conjuntamente el 49% de los votos totales, lo
cual reflejaría también cierta fortaleza o suelo electoral.
En segundo lugar, estamos asistiendo a la plasmación política e institucional del
fenómeno social que tomo cuerpo en la movilización social y sindical de las huelgas
generales y que emergió con el movimiento 15M en 2011. La emergencia de candidaturas
ciudadanas unitarias en las últimas elecciones municipales, operando con metodologías
de democracia participativa y bajo espíritu republicano, hace pensar que se está
configurando un nuevo paradigma político en torno al cual se está aglutinando la
izquierda alternativa. Además, en varias ciudades importantes del Estado estas
candidaturas unitarias han logrado alcanzar el Gobierno. Este proceso, sin embargo, ha
sido siendo uniforme en todo el Estado.
En tercer lugar, el voto político de las elecciones autonómicas ha sido significativo, por
una parte ha castigado, y con la notable excepción de Asturias y Castilla León, a las
candidaturas en las que IU ha concurrido en solitario y por otra ha demostrado las
limitaciones de Podemos para ser por si solos alternativa la bipartidismo. En estas
elecciones autonómicas, además, el bipartidismo ha salido fortalecido en tanto que en
ningún caso se ha desplazado de los gobiernos a PP y PSOE.
Con todo ello, probablemente el 24M ha marcado un punto de inflexión en la historia
política de nuestro país. Especialmente, el éxito de las candidaturas de unidad popular
habría dejado claro que la ciudadanía quiere la unidad, y que este tipo de procesos,
basados en el protagonismo y la participación ciudadana no solo suman sino que
consiguen multiplicar.
En este sentido, el documento "Hacia la Unidad Popular" que aprobó por amplísima
mayoría el pasado Consejo Federal empezaba con una cita que señalaba la necesidad de
estar preparados para lo imposible, lo inesperado, para lo que pueda suceder, decíamos
que este era el resumen del modo político de pensar la política, de manera que las
preguntas del futuro no sean imposibles de descodificar para la izquierda, porque ese
sería el momento en el que la izquierda se habría quedado vieja, cuando no fuera capaz
de responder a las preguntas de la oportunidad política.
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Señalábamos también que el País vive momentos de una emergencia social que no es
coyuntural porque el capitalismo español, como en el resto del planeta está
aprovechando la crisis para realizar profundas transformaciones que modificarían de
consolidarse la estructura social, de este modo se trata de alterar la propia concepción
del mundo para la mayoría de las personas, se trata de consolidar una salida neoliberal
de la crisis consolidando un sistema de vida basado en principios neoliberales,
individualistas, reaccionarios y patriarcales, de manera que el neoliberalismo económico
sea asumido como una forma de vida.
Por ello la crisis de la política forma parte de este intento de acabar con toda
posibilidad de participación democrática, ya que la separación que existe actualmente
entre representantes y representados debe resolverse desde un modelo de más
participación en la vida política si no queremos que fuerces fascista y xenófobas sean las
receptoras del descontento social.
El neoliberalismo, como proyecto político y civilizatorio, está aprovechando la crisis
económica para recomponer el mapa social, económico y político a nivel mundial. Esto
es evidente en los países del sur de Europa, pues es aquí donde los planes de ajuste
están significando de forma más clara la construcción de un nuevo orden institucional al
servicio de las necesidades del capitalismo neoliberal.
La fuerte reacción de las
oligarquías financieras y políticas frente a la respuesta popular, sea ésta en forma de
movilización social o mediante gobiernos elegidos democráticamente, es un ejemplo
claro del sólido compromiso neoliberal con esta regresiva transformación. En conjunto,
todas las conquistas sociales arrancadas al poder económico en las últimas décadas,
resultado de las cuales actualmente existe lo que llamamos Estado Social, están ahora
amenazadas por la política neoliberal.
Simultáneamente, la crisis económica y la gestión neoliberal de la misma han provocado
un momento de emergencia social en todos los pueblos del Estado español. El
desempleo, la desigualdad y la miseria se extienden sin que las administraciones
públicas concentren sus esfuerzos en evitarlo y revertirlo.
En función de todo ello Izquierda Unida aprobó en su Consejo Político Federal del 14 de
Junio, una estrategia política clara: formar parte de la construcción de una amplia
Unidad Popular para la construcción de un proyecto de nuevo País, se trata ahora de
como contribuimos a desarrollar esta estrategia en el horizonte de las próximas
Elecciones Generales con la determinación de ganar esas elecciones y llevar a la
Moncloa un Gobierno que represente a la mayoría social trabajadora.
Entendemos que la construcción de una amplia Unidad Popular es el único camino para
confrontar con la derecha y derrotar al bloque dominante en las próximas elecciones
generales, ya que hoy es más evidente que nunca que la Unidad no solo suma, sino que
multiplica.
En este momento en el que se dan diversas e incluso dispares procesos es necesario
tener algunas ideas básicas que ayuden en nuestro trabajo, en primer lugar un
llamamiento a toda la militancia y organización de IU para que se integren y acompañen
los procesos de Unidad que ya están en marcha y contribuir desde ahí a globalizar este
trabajo unitario, hacerlo siempre buscando liderazgos y trabajo colectivo, conformando
espacios de trabajo en el que se integren diferentes fuerzas políticas y sociales.
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Debemos afrontar esta tarea aprendiendo de las enseñanzas obtenidas tras el 24M,
creemos que es necesario reafirmar el papel funcional de las organizaciones políticas, es
decir, ser herramientas al servicio de las demandas ciudadanas y actuar como medios y
no como fines en sí mismos. Para ello es necesario poner todo nuestro capital político y
recursos al servicio de un proyecto de nueva sociedad, la construcción de un nuevo
modelo de Estado. Esas demandas hoy día toman la forma, el nombre y el aspecto de la
Unidad Popular. Tanto electoral como no electoralmente.
El trabajo hacia la convergencia, hacia la unidad popular, no es tarea burocrática o de
consigna central; no es tarea exclusiva de IU Federal, sino de todas sus federaciones, de
todas sus estructuras sectoriales, provinciales y locales. Las cuales de manera creativa
deben poner en marcha multitud de iniciativas en sus ámbitos territoriales que vayan en
la línea de los parámetros y objetivos señalados, sabiendo combinar la necesaria
federalidad con el análisis concreto de la realidad concreta de cada territorio y
circunstancia social y política.
Debemos desplegar toda la capacidad que la organización ha demostrado generando
trabajo y dinámica unitaria en las recientes elecciones municipales. El conjunto de IU
se tiene que poner a trabajar en ello desde esta Presidencia Federal.
Vamos al encuentro de esos espacios unitarios, con lo mejor de nuestra cultura política:
donde lo colectivo prima sobre lo personal, los intereses ciudadanos son el norte, donde
la participación y la apertura y el voto en pie de igualdad no nos asusta, donde en lo
plural que enriquece, nos reconocemos a nosotros y reconocemos a otros, un proceso
que debe ser por tanto, lo más participativo e incluyente de partidos, colectivos
políticos, plataformas sociales, personas.
Se trata, como decíamos de construir entre todas y todos un nuevo modelo de Sociedad,
que recoja las demandas de la más amplia mayoría social, de manera, que sea posible
concretar un acuerdo programático básico que impulse una propuesta para cambiar la
política y concretar candidaturas unitarias con actitud y determinación de ganar el
Gobierno del Estado frente al intento de un Pacto de Estado que certifique una segunda
transición que permita abrir un nuevo ciclo político bajo el dominio del capital
especulativo.
Desde IU consideramos que los parámetros en los que debemos actuar en este complejo
proceso son la necesidad de conformarlo desde la base, desde un protagonismo colectivo
y un trabajo horizontal, que ponga en valor las iniciativas que se están desarrollando a
todos los niveles.
Al mismo tiempo debemos considerar la diversidad del Estado, valorando los procesos
que se están dando en nacionalidades y regiones como una potencialidad, en la medida
de que no puede haber procesos unilaterales, sino que debemos encontrar el punto de
encuentro en torno a una propuesta constituyente.
IU ve este proceso de construcción de Unida Popular como una tarea cooperativa, no
uniformadora, desde un protagonismo colectivo y compartido, en este sentido es
importante determina cual es nuestra tarea en este momento, por ello repetimos el
llamamiento a todo el colectivo de IU para que acompañe y ayude en la configuración de
espacios de unidad, no se trata de una tarea mecánica, ni mucho menos burocrática, no
es una consigna a seguir de forma imperativa, al contrario debe ser una tarea asumida
con ilusión y capacidad dialéctica para ir al encuentro de espacios unitarios existentes o
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de saber contribuir con otras a configurar estos espacios donde no existan, hacerlo de
una forma colectiva, desde el protagonismo de las ideas sobre los personalismos.
Procesos participativos, en los que el mestizaje político nos enriquezca a todas y todos,
un proceso incluyente de partidos, colectivos, plataformas, personas y toda la variedad
en la que la mayoría social trabajadora puede verse hoy reflejada.
La construcción de la Unidad Popular esta hoy marcando la agenda política, esta
superándonos, se ha generado ilusión y visibilidad, poniendo en evidencia que ninguna
fuerza política por si sola puede derrotar al bipartidismo monárquico desde una
propuesta transformadora, ahora se trata de ser capaces de dar respuesta en lo que nos
corresponde a esta demanda, por eso se trata de situarnos en el lugar correcto, ni somos
los promotores, ni somos los que lo dirigimos desde lugares ocultos, ni tampoco el
proceso de construcción de UP nos es ajeno, los manifiestos, llamamientos,
declaraciones que han surgido estos días son saludados por IU en lo que vienen a
contribuir a consolidar la idea de que es posible aquí y ahora configurar una alternativa
ganadora al actual gobierno del PP y abrir una etapa de gobierno de la mayoría.
En este proceso, al que nos sumamos desde la base, debemos aportar nuestro trabajo de
elaboración programática, nuestra presencia en el movimiento obrero, y en el feminista,
no hay Unidad Popular sin que se sume el Movimiento Obrero y el Feminista y nuestra
implicación en el proceso imparable de reivindicación del derecho a decidir por parte de
todos los pueblo que componemos el Estado español, también debemos aportar nuestra
implicación en la movilización, desde la confrontación con el TTIP, desde nuestra
presencia en las marchas por la dignidad, reafirmamos nuestro convencimiento de que
no hay posibilidad de construir ningún espacio de Unidad Popular sin la implicación del
mismo en la lucha social.
En lo concreto en estos momentos debemos consolidar la idea, cada vez más extendida
de que solo desde la unidad de todas la fuerzas que estamos por una salida social de la
crisis, se pueden ganar la próximas elecciones generales, y evitar que el triunfo del
bipartidismo permita un Pacto de Estado que consolide las políticas de austeridad y
recortes, en este sentido, el desarrollo a nivel de comunidad y provincia de espacios
unitarios son saludados por IU como instrumentos útiles que evidencia el empuje que
tiene esta demanda unitaria.
Desde muchos sitios se nos reclama tener una hoja de ruta concreta, desde esta
Presidencia señalamos que no hay Planes A, B, o C, que IU solo un tiene el Plan y una
hoja de ruta, consolidar en estas semanas, hasta el inicio del mes de septiembre, la
necesidad de alcanzar la más amplia alianza social y electoral que permita afrontar las
próximas elecciones generales desde una solo candidatura de Unidad Popular, con
amplio apoyo social, y ciudadano, en este sentido, partiendo de nuestra experiencia, a
continuación se aportan algunas claves prácticas sobre la actitud que debemos adoptar y
el papel que debemos jugar:
- Debemos asumir que somos un actor más en el proceso de construcción de Unidad
Popular.
- Debemos actuar cómo facilitadores del proceso, poniendo al servicio de la Unidad
Popular a nuestros cuadros, nuestros militantes, nuestros recursos materiales y
sobre todo nuestro programa político.
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- Debemos ser facilitadores, lo cual implica que no debemos monopolizar, ni por
activa ni por pasiva estos procesos. Es el programa político, de transformación
social, lo que debe vertebrar las candidaturas de unidad popular. Y consideramos,
muy especialmente, que la prioridad ha de ser la creación de empleo.
El objetivo político es ser capaces de evitar la Restauración Borbónica que promueven
las élites financieras y políticas del sistema, proponiendo en su lugar la puesta en
marcha de un proceso constituyente de Ruptura Democrática. Una ruptura que sólo
podrá darse si todas las fuerzas sociales y políticas del Estado que la buscamos somos
capaces de cooperar para constituir una candidatura unitaria de cara a las elecciones
generales de este año.
Queremos aprender de la experiencia histórica de este tiempo que ha desterrado la
melancolía, el oportunismo y el derrotismo. Un tiempo que ha demostrado que objetivos
que parecían al inicio difíciles o imposibles, fueron posibles porque los hicieron suyos la
gente, la ciudadanía, sus protagonistas fundamentales. Creemos que es posible, que ¡sí
se puede!
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