Esquerda Unida defenderá que «se reconozca la existencia de
las partes» en el espacio de En MareaRubén Pérez deja claro que pese a
integrarse en el partido instrumental su formación «seguirá existiendo» como
«sujeto político» en Galicia
UAN CAPEÁNS
SANTIAGO / LA VOZ 09/10/2016
05:00
Esquerda Unida dejó pasar un par
de semanas para debatir con algo más de sosiego sobre las elecciones
autonómicas del 25S y su papel dentro de En Marea, y precisamente una de las
conclusiones, según el secretario de organización, Rubén Pérez, es que EU va a
defender «o recoñecemento das partes» dentro del partido instrumental. Esta
reflexión contrasta con la idea del portavoz y líder del grupo parlamentario,
Luís Villares, que esta misma semana sostuvo en V Televisión la postura
contraria: «Vaianse acostumando a tratarnos como un partido político que
somos», afirmó visiblemente molesto en el programa Vía V cuando fue preguntado
por la doble militancia de sus diputados y la procedencia de cada uno de ellos.
«O proxecto é único», zanjó. Pérez, sin abundar en cómo será ese reconocimiento
partidario, garantizó que Esquerda Unida seguirá existiendo como sujeto
político en Galicia, pues lo considera un proyecto que ya es «parte
substancial» de la izquierda al que no piensan renunciar.
El secretario de organización, al
igual que hizo la diputada en Cortes Yolanda Díaz, pidió tiempo para que los
principales partidos que aportaron militantes a En Marea -EU, Podemos y Anova-
abran en adelante, ya sin la presión electoral, un debate «a fondo» para
definir con las bases el futuro de la formación, aunque aclaró que la cuestión
de la fórmula jurídica ya está superada y que ahora es el momento de observar
otras iniciativas para tomar ejemplo, y citó expresamente los proyectos de
«Compromís, o dos compañeiros cataláns, o de Unidos Podemos... hai experiencias
moi positivas no resto do Estado que están dando a luz a suxeitos políticos
interesantes». Díaz incidió en esa idea del debate, «entendendo que xa temos
unha ferramenta instrumental» en Galicia, mientras que para España defendió el
modelo de Unidos Podemos, que considera «aliados imprescindibles» y que,
juntos, van a ser actores principales en el futuro político del país.
Preguntado por las relaciones
entre los partidos y, más concretamente, con el ala nacionalista de Anova,
Rubén Pérez consideró sanas «as discusións» internas que han vivido las mareas
desde que comenzó a forjarse el proyecto y las enmarcó dentro de la
«normalidade» política de un tiempo nuevo con sujetos diferentes, pero pidió a
todas las partes que rescaten la llamadaDeclaración de Mazarelos, un documento
que surge de un acto celebrado en Santiago después de las municipales del 2015
en el que los tres partidos pusieron las bases de un nuevo espacio político de
izquierdas y gallego. En él, recuerda Pérez, se establece que en ese nuevo
discurso debe prevalecer la idea de la unidad popular sobre cualquier
definición «nacionalista ou non nacionalista», y mantiene que esa cuestión ha
quedado bien resuelta.
Anova, la formación impulsada por
Xosé Manuel Beiras y que fue la que más presionó para que los partidos dejaran
atrás las siglas para conformarse como partido instrumental, también celebró
ayer su consello nacional para analizar los resultados electorales. El partido
nacionalista, que obligó a Podemos a integrarse y no permitió la coalición,
como pedían sus bases, solo colocó a dos diputados en O Hórreo por los siete de
la formación morada.
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