domingo, 9 de enero de 2022


“Doy por hecho que acabaré la legislatura como ministro de Consumo”


El ministro de Consumo, Alberto Garzón.  /ALBA VIGARAY



·         Alberto Garzón (Logroño, 1985) se mantiene firme en sus posiciones tras su última polémica. El ministro de Consumo y coordinador general de Izquierda Unida ha recibido en los últimos días un aluvión de críticas por parte de la derecha y un sector del PSOE tras reprobar el modelo de las macrogranjas frente a la ganadería tradicional.

Días después de la controversia, el dirigente atiende por videoconferencia a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA para atribuir directamente esta ofensiva a un “bulo” creado al albur de los intereses económicos del lobby cárnico y a la motivación partidista del Partido Popular de cara a las elecciones en Castilla y León. “Es una campaña sobreactuada que al PP le va a salir mal”. 

Pese a la falta de respaldo por parte del ala socialista del Gobierno, Garzón defiende la coherencia de su trabajo con la línea de la coalición, se muestra satisfecho por cumplir con el “deber” de abrir este debate y adelanta que insistirá en este asunto. “No es la primera vez que lo digo y no será la última”. El titular de Consumo dice no sentirse amenazado en su cargo y da por hecho su continuidad en el Consejo de Ministros hasta el final de la legislatura, al tiempo que ironiza sobre las críticas recibidas por algunos presidentes socialistas: “Si han cambiado de opinión es una pena, pero son ellos quienes tendrán que explicarlo”.

El ministro fía el futuro del espacio de izquierdas a Yolanda Díaz, a quien ve “capaz de llegar mucho más allá que Podemos e Izquierda Unida”, y avanza que su organización estará a disposición del proyecto. Una candidatura que debe fraguarse “a fuego lento” pero que, adelanta, sería muy bien recibida si estuviera lista para las autonómicas del próximo año. 

Unos días después de la polémica, ¿considera que hubo algún fallo a la hora de comunicar el mensaje que quería dar sobre la ganadería?

Todo parte de una mentira promovida por el lobby cárnico que las derechas impulsan por intereses partidistas. Con todo, no les va a salir nada bien en esta jugada, porque el modelo de las macro granjas está ampliamente cuestionado en el mundo rural. De hecho, en muchos municipios los grupos municipales del Partido Popular se han manifestado contra las macro granjas por ser un modelo social y ecológicamente insostenible. Y esto es algo que vengo planteando desde hace muchos meses. El bulo lo construyen en el momento en que les parece oportuno,  pero esas palabras no son producto de una manifestación específica, sino de una línea de trabajo.


 

/ALBA VIGARAY (FOTOS)

¿Esperaba más respaldo por parte del Gobierno?

Tenemos que normalizar que somos el primer gobierno de coalición donde hay diferentes partidos, con diferentes intereses y programas, y que hemos pactado un marco común, y fuera de eso puede haber discrepancias. Yo me siento cómodo trabajando dentro de la línea estratégica de este Gobierno y no puedo responder por opiniones de otras personas. Este es un Gobierno que declaró en el año 2020 la Emergencia Climática, que son palabras mayores, y que hacemos bandera de la evidencia científica. 

Obras de ampliación de una industria cárnica especializada en cochinillo, en Tabladillo, Segovia.

REPORTAJE

La Campiña Segoviana, en pie de guerra contra las macrogranjas: "No queremos ser la pocilga de España"

El impacto de las macrogranjas en el medio ambiente está sobradamente documentado y es nuestro deber revertirlo. Estamos firmemente convencidos de la necesidad de abordar esta temática. Una de las mejores formas de proteger la ganadería extensiva, la tradicional, más familiar y social, es frenar en seco este modelo de las macrogranjas, cuyos costes ecológicos -con la contaminación de agua y suelos y la emisión de gases- también van asociados a un modelo de producción masiva, rápida y lo más barata posible que desplaza a la tradicional. Se están perdiendo puestos de trabajo en la ganadería tradicional en beneficio de este modelo ultra contaminante. Y eso forma parte del deber de un Gobierno y de las personas progresistas de este país. Y no sólo progresistas; esto es una problemática de la España rural muy, muy importante.

Sin embargo, el ala socialista que parece haberse puesto de perfil sobre este asunto. ¿Cree que el PSOE está renunciando a esa bandera del cambio climático?

Aquí hay un intento general por parte de las derechas de caricaturizar el problema, diciendo que esto es una cosa de urbanitas frente al mundo rural, cuando realmente los principales movilizados contra las macrogranjas son los habitantes del mundo rural, que son quienes sufren las pérdidas de agua potable, la contaminación de los suelos y agua, y quienes ven cómo se pierde el tejido industrial de la ganadería tradicional. 


POLÉMICA

Yolanda Díaz sale a defender a Garzón en plena lluvia de críticas del Gobierno

Respecto a la pregunta que me planteas, pues hombre, yo tengo que decir que, por ejemplo, Emiliano García-Page, el presidente de Castilla-La Mancha, es dueño de un estilo comunicativo con los adversarios que yo no comparto. Pero sí me interesan la práctica y los hechos. Y hace unas semanas estuve en Castilla-La Mancha porque su gobierno impulsó una moratoria a las macrogranjas y la elogié. Si ahora ha cambiado de opinión y defiende las macrogranjas, es una pena, pero serán ellos los que deben responder sobre por qué se producen este tipo de cambios.

¿Ha echado en falta más apoyo por parte de Podemos?

Yo he visto un amplio respaldo. He visto la indignación por el método empleado, el bulo, la mentira descarnada que se ha difundido. Yo dije que hay que defender a la ganadería extensiva y que hay que frenar las macrogranjas. Y los lobbys cárnicos, las derechas y algún medio de comunicación han intentado hacer creer que era un ataque a la ganadería. Eso es indignante, porque es la política de los fake news y los bulos, y ese marco deteriora la democracia. 

Yolanda Díaz ha sido la ministra que se ha alineado con sus tesis en esta polémica, ¿le ha trasladado algún mensaje en las últimas horas?

Sí, ella está totalmente de acuerdo con lo que decimos. Entendemos que vivimos una crisis ecosocial con pérdida de biodiversidad, cambio climático, una contaminación que amenaza con destruir la vida en el planeta. Tenemos que hacer cambios en el modo de producción y consumo. En el modelo agroalimentario necesitamos defender a la ganadería extensiva frente al otro modelo de las macrogranjas, y siempre hemos estado en esta posición, que además es coherente con la línea del gobierno. 

Durante décadas, las administraciones miraron hacia otro lado con el Mar Menor. Yo, que soy Gobierno, no debo mirar hacia otro lado ante un fenómeno parecido, sino que debo actuar, y eso es lo que hemos hecho

Hace unos meses todos nos alarmamos cuando vimos aquellas imágenes del Mar Menor con los peces muertos. Pero ese proceso se gestó durante décadas y las administraciones miraron hacia otro lado. Yo, que soy gobierno, no debo mirar hacia otro lado ante un fenómeno parecido, sino que debo actuar, y eso es lo que hemos hecho desde el Ministerio de Consumo dentro de nuestras competencias y es lo que hacemos cuando sensibilizamos a la población. Hay regiones que tienen la mitad de su suelo contaminado por nitratos y, según el Ministerio Transición Ecológica, un 40% de los acuíferos están en peligro de contaminación. Eso es lo que tiene que abordar un Gobierno. Y en eso Yolanda y yo lo tenemos bastante claro.

¿Le ha trasladado algún mensaje de apoyo la vicepresidenta segunda, entonces?

Sí, sí, porque al final son procesos incómodos, en el que se construye y difunde una mentira pero no es nada que deba sorprender porque ya lo conocemos. Sabemos que es su forma de maniobrar. No es la primera vez que pasa, tenemos el conocimiento heredado de personas como Julio Anguita, a quien se le sometió a esto cuando profetizaba sobre cosas que iban a ocurrir y que finalmente se convertían en realidad. Y esto es una gran polémica pero dentro de tres o cuatro años terminará siendo algo súper normalizado, como ocurre en Holanda o Alemania, y caerá por su propio peso.



 

/ALBA VIGARAY (FOTOS)

¿Ha tenido ocasión de hablar con el presidente de Gobierno en los últimos días?

No, no he hablado con él. Nos hemos coordinado con la Secretaría de Estado de Comunicación, porque querían saber cómo íbamos a estructurar este mensaje para coordinarnos, como tiene que hacer un gobierno.

¿Y con el ministro de Agricultura, Luis Planas?

No, no he tenido oportunidad de hablar, pero estamos siempre coordinados con el Ministerio de Agricultura, que sabe perfectamente cuál es nuestra línea de trabajo.

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, en una rueda de prensa en Barcelona.

POLÉMICA CON LAS MACROGRANJAS

El Gobierno teme que la polémica de Garzón "dé munición" a Vox en el mundo rural

Asegura que ha sido un proceso “incómodo”, ¿se ha sentido solo dentro del Gobierno?

No me siento solo, sino en la línea de lo que hemos dictaminado que era este gobierno progresista, en la lucha contra el cambio climático y para proteger a la ganadería extensiva. Y en ese mensaje yo me siento extraordinariamente cómodo. Yo soy una persona de convicciones y voy a seguir diciendo lo que creo, no lo pienso abordar desde otra perspectiva.

¿Ha echado en falta un mensaje de la vicepresidenta y Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, sobre estos efectos contaminantes que denuncia?

No puedo comprometer a ningún otro compañero de Gobierno. Como ministro de  Consumo, suscribo cada cosa que hemos hecho, pero no debo opinar sobre el resto de ministerios. No me corresponde.

¿Va el Ministerio de Consumo a plantear alguna propuesta en este sentido para luchar contra las macrogranjas?

Ya hemos hecho cosas en esta línea de trabajo: hemos acabado un real decreto de flexibilización de la venta corto para la ganadería extensiva, para que pueda competir en mejores condiciones con las macrogranjas. Esto es algo que se entiende muy bien en lugares como Asturias, Castilla, León, Cantabria, Extremadura o Andalucía, donde sus productos de ganadería extensiva tienen más dificultad para llegar al consumidor. 


POLÉMICA

El Ejecutivo ya legisla para reducir las macrogranjas de vacuno

Tenemos un Real Decreto de videovigilancia en Mataderos que ya ha pasado el proceso de consulta pública, para promover una protección adicional de los animales. Y en lo que corresponde a nuestro trabajo coordinado con las comunidades autónomas, somos impulsores también de los frenos a las macrogranjas, que son de competencia autonómica. 

Al mismo tiempo, en todo lo que corresponde a la parte colegiada del Gobierno, estamos empujando para que haya una corrección del expediente abierto en la Comisión Europea, que nos ha dicho que la directiva de Nitratos, de 1991, se está incumpliendo y que se está contaminando el suelo de una manera alarmante. Eso corresponde al gobierno corregirlo y lo tendremos que tener muy muy pronto.

Después de las críticas y las peticiones de dimisión por parte de dirigentes del PSOE, ¿se siente amenazado en el Gobierno?

No, no, no. Yo estoy muy cómodo defendiendo lo que estoy defendiendo y lo voy a seguir haciendo. Es necesario para proteger al planeta y para proteger a la España Vaciada. Soy una persona, podría equivocarme o tener un traspiés. Pero no es el caso. En este caso, lo que dije fue impecable.

¿Entonces cree que se mantendrá dentro del Gobierno hasta el final de legislatura?

Lo doy por hecho. Yo pienso que si además estamos haciendo un buen trabajo. Nos cuesta hacer cosas porque nos enfrentamos a determinados poderes que tienen mucha capacidad de presión en la sociedad; el cierre de la publicidad de casas de apuestas fue complicado y la protección de los menores frente a determinada publicidad alimentaria también está costando. Y cuando defendemos la ganadería extensiva y a las poblaciones rurales frente a las macrogranjas, sólo hay que ver la ferocidad del ataque que recibimos, pero está en el cargo. 


Arrecia la oposición a las macrogranjas: 237.000 firmas en contra

Ya sabíamos que esto iba a suceder cuando asumí el Ministerio de Consumo. Sabía que lo que tenía que cambiar no les iba a gustar a muchas grandes empresas, con muchos recursos, contactos, con mucha capacidad de decisión, y todo discurre dentro de lo esperado. Nos votaron para transformar la sociedad y esas grandes empresas no quieren transformar la sociedad, y es legítimo. Pero a nosotros nos votaron y a las grandes empresas, no. 

Una vez pasada la polémica, ¿volvería a decir lo que dijo en un medio internacional como The Guardian?

Sí, en un medio de comunicación extranjero y en uno nacional. No era la primera vez que lo decía y no va a ser la última. Hay dos tipos de ganadería: la ganadería familiar, social, extensiva, la del ganado pastando, que da un producto de mucha calidad. Y luego hay una ganadería que tiene su expresión máxima en las macrogranjas, con efectos ecológicos y medioambientales altamente perversos, que expulsa la población de sus territorios y que deja a la España Vacía más vaciada. Hay que defender la primera y hay que frenar la segunda. Y esto lo voy a decir una y otra vez allí donde corresponda. Es parte de mi trabajo y de nuestro compromiso.

¿Este debate puede afectar a las elecciones en Castilla y León?

Entiendo que cuando el PP lanzó el bulo tenía que ver con estos intereses partidistas. Evidentemente es un tema que puede que sea un elemento de campaña. Pero creo que al PP le va a salir mal este intento de convertir esto en un eje, porque en muchos municipios son los propios militantes del PP los que se manifiestan contra estas macro granjas. Esta campaña sobreactuada del Partido Popular le va a salir mal. 


 

/ALBA VIGARAY (FOTOS)

El ala socialista del Gobierno, como ha publicado EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, teme que esta polémica dé alas a Vox en el mundo rural, ¿cree que puede producirse este efecto?

Conviene recordarlo: es el mundo rural el que se está levantando frente a las macrogranjas. Y por eso digo que la estrategia de las derechas puede resbalar, les va a descarrilar porque ellos lo han construido a partir de un bulo, pero las mentiras tienen las patas muy cortas. Puede que funcione en el corto plazo de dos, tres días para mentir a la población, pero en cuanto se profundiza, la gente no quiere este modelo, la gente quiere ganadería tradicional, ganadería extensiva. Por eso recibimos tanto apoyo de ganaderos individuales y organizados. Si la campaña se vehicula por ahí, al final será esa gente la que tendrá que decidir. 

Usted dice que si el PP hace campaña con esto le irá mal, pero ¿IU y Podemos pondrán en el centro este asunto de cara a las elecciones?

Precisamente en esa famosa entrevista yo elogiaba la ganadería extensiva de Castilla y León. Podemos e IU llevan tiempo trabajando por revertir la despoblación que se vive en gran parte de este territorio, con mejores servicios públicos, más médicos, infraestructuras…¿Qué ofrece el Partido Popular de Mañueco, aparte de bulos? Ofrece recortes en la sanidad, ofrece macrogranjas. Lo único que hace es reproducir los problemas de la España vaciada. Y por eso creo que cuanto más se debata sobre estas cuestiones, más posibilidades habrá de que la gente se dé cuenta de que la estrategia del Partido Popular es la de bulo y la mentira. Y espero que eso tenga una respuesta en las urnas.

¿Se alegra de haber abierto este debate?

Yo creo que no es una cuestión de sentimientos. Es nuestro deber, es una cuestión de responsabilidad y de convicción. Yo quiero que mis hijas, la mayor tiene 3 años, tengan la posibilidad de vivir en un mundo habitable y ahora mismo esa posibilidad está amenazada por el cambio climático. Tenemos que hacer todo lo que tenemos al alcance. No vale con decir que somos ecologistas si no logramos que eso se lleve a puerto. Y esto te lleva también a situaciones incómodas. A nadie le gusta que le insulten, eso es lógico, pero desgraciadamente así funciona la política hoy en día y no nos vamos a rendir.

En su entrevista en The Guardian asociaba el consumo de carne y la masculinidad. ¿Cree que existe una relación?

No es que lo crea, es que los estudios que se han hecho de publicidad así lo subrayan. Mucha de la publicidad de productos cárnicos está vinculada o dirigida al hombre. Es así. Y el consumo de carne es mayor entre los hombres que entre las mujeres. Así funciona. No es una opinión; esto está establecido y eso es un factor más. No es el más importante, pero está ahí.

En Andalucía las tres papeletas a la izquierda del PSOE están intentando llegar a un acuerdo para ir juntos a las elecciones. ¿Lo ve posible?

No lo sé. Ahora mismo desde la candidatura de Unidas Podemos en Andalucía está trabajando y hablando con todo el mundo para intentar ir con un proyecto más ambicioso en unas elecciones donde hay ocho circunscripciones y donde penaliza ir separado. No soy quien puede hablar sobre ello porque no estoy en ese proceso. Pero se está intentando porque siempre esa línea siempre ha estado en nuestro ADN.

¿Cree que Yolanda Díaz puede contribuir a ese encuentro de la izquierda?

Yo creo que Yolanda podría contribuir a muchas cosas. De hecho, creo que es un referente clarísimo de todo el espacio de izquierda, es capaz de llegar a muchos otros espacios que están mucho más allá de Podemos e Izquierda Unida. Pero en Andalucía no sé en qué fase podría conseguir cosas que se están trabajando desde hace mucho tiempo y soy incapaz de responder a esa pregunta. 

¿Comparte que los partidos políticos deben quedar en un segundo plano en este proyecto?

Cualquier proceso de transformación en este país va a tener que contar necesariamente con los partidos políticos. Nosotros tenemos una implantación territorial extraordinaria, con miles de concejales, con alcaldes, con conocimiento y bagaje. Todo eso es parte de lo que vamos a construir y hay que sumar a otras organizaciones, también pretendiendo alcanzar a mucha otra gente. La clave va a ser que podamos tener un proyecto de país que represente a una España donde quepamos todos. 


POLÉMICA

Ganadería industrial: ¿cuáles son los impactos que denuncia el ministro Garzón?

Hoy en día, con unas derechas que defienden una España pequeñita, chiquitita, donde solo caben unos pocos y todos los demás somos antiespañoles, hay que oponer a eso un proyecto de integración y de fraternidad. Y eso significa juntar a mucha gente distinta. Eso es lo que está en la reflexión colectiva.

¿Cuál cree que debe ser el papel de IU en este futuro proyecto?

Nuestro deber es contribuir lo máximo posible a que Yolanda sea presidenta de Gobierno. Y para eso está el trabajo cotidiano que hacemos desde las instituciones, no solo del Ministerio de Consumo, sino desde los miles de municipios donde tenemos presencia y las cientos de alcaldías, y desde nuestra participación en los gobiernos autonómicos. Todo eso suma porque es conocimiento, capacidad de organizar el territorio y sumar de una manera muy fraterna con otras tradiciones políticas, con quienes se incorporan ahora y quienes vienen de otras organizaciones. Es una lógica y un espíritu muy rico y honesto, que es lo que siempre ha defendido IU desde hace más de 30 años, cuando se fundó en 1986.


 

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¿El proyecto debe estar listo para lanzarse en las autonómicas de 2023?

Bueno, eso…(medita) Yo creo que no… que no conviene precipitar los acontecimientos. Conviene que sea un proceso que se cueza a fuego lento para que el resultado sea lo más satisfactorio posible. Pero no cabe ninguna duda de que los partidos vamos a ir a todas esas elecciones, y si conseguimos que para cuando lleguen todas esas elecciones esté todo el proceso mucho más fraguado, será mucho mejor. Pero sin urgencias, que a veces lo urgente se come lo importante.

Sobre la reforma laboral, ¿considera que hay que introducir cambios para obtener el respaldo de los socios?

No puedo comprometer la negociación. Sí creo que estamos ante una reforma laboral muy positiva y supone un punto de inflexión tras años sufriendo recortes de derechos a la clase trabajadora. Esta es la primera reforma laboral que los recupera. A partir de ahí hay aspectos técnicos que tendrán que ser dialogados y ver si eso se puede mejorar o no y en qué dirección. No me corresponde a mí y hay que dejar que los negociadores puedan hacerlo con total libertad. 

Podemos decía que no era la reforma que hubiera aprobado siendo la parte mayoritaria del Gobierno, ¿comparte esta reflexión?

Tenemos un peso dentro de la coalición, y de ahí se deriva nuestra capacidad de acción. Más allá de eso, tenemos una reforma laboral pilotada por la ministra de Trabajo que ha recuperado derechos y tenemos el deber de que salga adelante. Hay que trabajar para eso y para que podamos consolidar esos derechos. Y eso no significa que dejemos de pelear por nuevos avances sociales.

Ahora que se cumplen dos años de legislatura, ¿qué balance hace del Ministerio de Consumo y del Gobierno de coalición?

Es satisfactorio. La publicidad de las casas de apuestas ha desaparecido, se protege a nuestros jóvenes, teléfonos como el 902, que era una sangría económica, ya no existen; derechos de los consumidores, como que el gobierno pueda sancionar a las grandes empresas cuando hay fraudes; hemos ampliado los plazos de devolución de dos a tres años, facilitamos la reparación de los productos. Todo esto es solo una pequeña parte de lo que hacemos. Estamos muy satisfechos.


 

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Nuestro objetivo es cumplir la legislatura y seguir haciendo más cosas. Pero para estos dos años yo creo que se engarza muy bien con una labor de trabajo en conjunto del gobierno de coalición que nadie se esperaba. Cuando empezó la legislatura nos dijeron que el Gobierno estaba condenado a extinguirse porque era de coalición. Y aquí estamos, haciendo las cosas razonablemente bien.

¿Cree que la coalición goza de buena salud?

Yo diría que sí, siendo una coalición, donde no necesariamente existe esa uniformidad. 

 



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Alberto Garzón (Logroño, 1985) se mantiene firme en sus posiciones tras su última polémica. El ministro de Consumo y coordinador general de Izquierda Unida ha recibido en los últimos días un aluvión de críticas por parte de la derecha y un sector del PSOE tras reprobar el modelo de las macrogranjas frente a la ganadería tradicional.

Días después de la controversia, el dirigente atiende por videoconferencia a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA para atribuir directamente esta ofensiva a un “bulo” creado al albur de los intereses económicos del lobby cárnico y a la motivación partidista del Partido Popular de cara a las elecciones en Castilla y León. “Es una campaña sobreactuada que al PP le va a salir mal”. 

Pese a la falta de respaldo por parte del ala socialista del Gobierno, Garzón defiende la coherencia de su trabajo con la línea de la coalición, se muestra satisfecho por cumplir con el “deber” de abrir este debate y adelanta que insistirá en este asunto. “No es la primera vez que lo digo y no será la última”. El titular de Consumo dice no sentirse amenazado en su cargo y da por hecho su continuidad en el Consejo de Ministros hasta el final de la legislatura, al tiempo que ironiza sobre las críticas recibidas por algunos presidentes socialistas: “Si han cambiado de opinión es una pena, pero son ellos quienes tendrán que explicarlo”.

El ministro fía el futuro del espacio de izquierdas a Yolanda Díaz, a quien ve “capaz de llegar mucho más allá que Podemos e Izquierda Unida”, y avanza que su organización estará a disposición del proyecto. Una candidatura que debe fraguarse “a fuego lento” pero que, adelanta, sería muy bien recibida si estuviera lista para las autonómicas del próximo año. 

Unos días después de la polémica, ¿considera que hubo algún fallo a la hora de comunicar el mensaje que quería dar sobre la ganadería?

Todo parte de una mentira promovida por el lobby cárnico que las derechas impulsan por intereses partidistas. Con todo, no les va a salir nada bien en esta jugada, porque el modelo de las macro granjas está ampliamente cuestionado en el mundo rural. De hecho, en muchos municipios los grupos municipales del Partido Popular se han manifestado contra las macro granjas por ser un modelo social y ecológicamente insostenible. Y esto es algo que vengo planteando desde hace muchos meses. El bulo lo construyen en el momento en que les parece oportuno,  pero esas palabras no son producto de una manifestación específica, sino de una línea de trabajo.


 

/ALBA VIGARAY (FOTOS)

¿Esperaba más respaldo por parte del Gobierno?

Tenemos que normalizar que somos el primer gobierno de coalición donde hay diferentes partidos, con diferentes intereses y programas, y que hemos pactado un marco común, y fuera de eso puede haber discrepancias. Yo me siento cómodo trabajando dentro de la línea estratégica de este Gobierno y no puedo responder por opiniones de otras personas. Este es un Gobierno que declaró en el año 2020 la Emergencia Climática, que son palabras mayores, y que hacemos bandera de la evidencia científica. 


REPORTAJE

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El impacto de las macrogranjas en el medio ambiente está sobradamente documentado y es nuestro deber revertirlo. Estamos firmemente convencidos de la necesidad de abordar esta temática. Una de las mejores formas de proteger la ganadería extensiva, la tradicional, más familiar y social, es frenar en seco este modelo de las macrogranjas, cuyos costes ecológicos -con la contaminación de agua y suelos y la emisión de gases- también van asociados a un modelo de producción masiva, rápida y lo más barata posible que desplaza a la tradicional. Se están perdiendo puestos de trabajo en la ganadería tradicional en beneficio de este modelo ultra contaminante. Y eso forma parte del deber de un Gobierno y de las personas progresistas de este país. Y no sólo progresistas; esto es una problemática de la España rural muy, muy importante.

Sin embargo, el ala socialista que parece haberse puesto de perfil sobre este asunto. ¿Cree que el PSOE está renunciando a esa bandera del cambio climático?

Aquí hay un intento general por parte de las derechas de caricaturizar el problema, diciendo que esto es una cosa de urbanitas frente al mundo rural, cuando realmente los principales movilizados contra las macrogranjas son los habitantes del mundo rural, que son quienes sufren las pérdidas de agua potable, la contaminación de los suelos y agua, y quienes ven cómo se pierde el tejido industrial de la ganadería tradicional. 


POLÉMICA

Yolanda Díaz sale a defender a Garzón en plena lluvia de críticas del Gobierno

Respecto a la pregunta que me planteas, pues hombre, yo tengo que decir que, por ejemplo, Emiliano García-Page, el presidente de Castilla-La Mancha, es dueño de un estilo comunicativo con los adversarios que yo no comparto. Pero sí me interesan la práctica y los hechos. Y hace unas semanas estuve en Castilla-La Mancha porque su gobierno impulsó una moratoria a las macrogranjas y la elogié. Si ahora ha cambiado de opinión y defiende las macrogranjas, es una pena, pero serán ellos los que deben responder sobre por qué se producen este tipo de cambios.

¿Ha echado en falta más apoyo por parte de Podemos?

Yo he visto un amplio respaldo. He visto la indignación por el método empleado, el bulo, la mentira descarnada que se ha difundido. Yo dije que hay que defender a la ganadería extensiva y que hay que frenar las macrogranjas. Y los lobbys cárnicos, las derechas y algún medio de comunicación han intentado hacer creer que era un ataque a la ganadería. Eso es indignante, porque es la política de los fake news y los bulos, y ese marco deteriora la democracia. 

Yolanda Díaz ha sido la ministra que se ha alineado con sus tesis en esta polémica, ¿le ha trasladado algún mensaje en las últimas horas?

Sí, ella está totalmente de acuerdo con lo que decimos. Entendemos que vivimos una crisis ecosocial con pérdida de biodiversidad, cambio climático, una contaminación que amenaza con destruir la vida en el planeta. Tenemos que hacer cambios en el modo de producción y consumo. En el modelo agroalimentario necesitamos defender a la ganadería extensiva frente al otro modelo de las macrogranjas, y siempre hemos estado en esta posición, que además es coherente con la línea del gobierno. 

Durante décadas, las administraciones miraron hacia otro lado con el Mar Menor. Yo, que soy Gobierno, no debo mirar hacia otro lado ante un fenómeno parecido, sino que debo actuar, y eso es lo que hemos hecho

Hace unos meses todos nos alarmamos cuando vimos aquellas imágenes del Mar Menor con los peces muertos. Pero ese proceso se gestó durante décadas y las administraciones miraron hacia otro lado. Yo, que soy gobierno, no debo mirar hacia otro lado ante un fenómeno parecido, sino que debo actuar, y eso es lo que hemos hecho desde el Ministerio de Consumo dentro de nuestras competencias y es lo que hacemos cuando sensibilizamos a la población. Hay regiones que tienen la mitad de su suelo contaminado por nitratos y, según el Ministerio Transición Ecológica, un 40% de los acuíferos están en peligro de contaminación. Eso es lo que tiene que abordar un Gobierno. Y en eso Yolanda y yo lo tenemos bastante claro.

¿Le ha trasladado algún mensaje de apoyo la vicepresidenta segunda, entonces?

Sí, sí, porque al final son procesos incómodos, en el que se construye y difunde una mentira pero no es nada que deba sorprender porque ya lo conocemos. Sabemos que es su forma de maniobrar. No es la primera vez que pasa, tenemos el conocimiento heredado de personas como Julio Anguita, a quien se le sometió a esto cuando profetizaba sobre cosas que iban a ocurrir y que finalmente se convertían en realidad. Y esto es una gran polémica pero dentro de tres o cuatro años terminará siendo algo súper normalizado, como ocurre en Holanda o Alemania, y caerá por su propio peso.


 

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¿Ha tenido ocasión de hablar con el presidente de Gobierno en los últimos días?

No, no he hablado con él. Nos hemos coordinado con la Secretaría de Estado de Comunicación, porque querían saber cómo íbamos a estructurar este mensaje para coordinarnos, como tiene que hacer un gobierno.

¿Y con el ministro de Agricultura, Luis Planas?

No, no he tenido oportunidad de hablar, pero estamos siempre coordinados con el Ministerio de Agricultura, que sabe perfectamente cuál es nuestra línea de trabajo.


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Asegura que ha sido un proceso “incómodo”, ¿se ha sentido solo dentro del Gobierno?

No me siento solo, sino en la línea de lo que hemos dictaminado que era este gobierno progresista, en la lucha contra el cambio climático y para proteger a la ganadería extensiva. Y en ese mensaje yo me siento extraordinariamente cómodo. Yo soy una persona de convicciones y voy a seguir diciendo lo que creo, no lo pienso abordar desde otra perspectiva.

¿Ha echado en falta un mensaje de la vicepresidenta y Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, sobre estos efectos contaminantes que denuncia?

No puedo comprometer a ningún otro compañero de Gobierno. Como ministro de  Consumo, suscribo cada cosa que hemos hecho, pero no debo opinar sobre el resto de ministerios. No me corresponde.

¿Va el Ministerio de Consumo a plantear alguna propuesta en este sentido para luchar contra las macrogranjas?

Ya hemos hecho cosas en esta línea de trabajo: hemos acabado un real decreto de flexibilización de la venta corto para la ganadería extensiva, para que pueda competir en mejores condiciones con las macrogranjas. Esto es algo que se entiende muy bien en lugares como Asturias, Castilla, León, Cantabria, Extremadura o Andalucía, donde sus productos de ganadería extensiva tienen más dificultad para llegar al consumidor. 


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Tenemos un Real Decreto de videovigilancia en Mataderos que ya ha pasado el proceso de consulta pública, para promover una protección adicional de los animales. Y en lo que corresponde a nuestro trabajo coordinado con las comunidades autónomas, somos impulsores también de los frenos a las macrogranjas, que son de competencia autonómica. 

Al mismo tiempo, en todo lo que corresponde a la parte colegiada del Gobierno, estamos empujando para que haya una corrección del expediente abierto en la Comisión Europea, que nos ha dicho que la directiva de Nitratos, de 1991, se está incumpliendo y que se está contaminando el suelo de una manera alarmante. Eso corresponde al gobierno corregirlo y lo tendremos que tener muy muy pronto.

Después de las críticas y las peticiones de dimisión por parte de dirigentes del PSOE, ¿se siente amenazado en el Gobierno?

No, no, no. Yo estoy muy cómodo defendiendo lo que estoy defendiendo y lo voy a seguir haciendo. Es necesario para proteger al planeta y para proteger a la España Vaciada. Soy una persona, podría equivocarme o tener un traspiés. Pero no es el caso. En este caso, lo que dije fue impecable.

¿Entonces cree que se mantendrá dentro del Gobierno hasta el final de legislatura?

Lo doy por hecho. Yo pienso que si además estamos haciendo un buen trabajo. Nos cuesta hacer cosas porque nos enfrentamos a determinados poderes que tienen mucha capacidad de presión en la sociedad; el cierre de la publicidad de casas de apuestas fue complicado y la protección de los menores frente a determinada publicidad alimentaria también está costando. Y cuando defendemos la ganadería extensiva y a las poblaciones rurales frente a las macrogranjas, sólo hay que ver la ferocidad del ataque que recibimos, pero está en el cargo. 


Arrecia la oposición a las macrogranjas: 237.000 firmas en contra

Ya sabíamos que esto iba a suceder cuando asumí el Ministerio de Consumo. Sabía que lo que tenía que cambiar no les iba a gustar a muchas grandes empresas, con muchos recursos, contactos, con mucha capacidad de decisión, y todo discurre dentro de lo esperado. Nos votaron para transformar la sociedad y esas grandes empresas no quieren transformar la sociedad, y es legítimo. Pero a nosotros nos votaron y a las grandes empresas, no. 

Una vez pasada la polémica, ¿volvería a decir lo que dijo en un medio internacional como The Guardian?

Sí, en un medio de comunicación extranjero y en uno nacional. No era la primera vez que lo decía y no va a ser la última. Hay dos tipos de ganadería: la ganadería familiar, social, extensiva, la del ganado pastando, que da un producto de mucha calidad. Y luego hay una ganadería que tiene su expresión máxima en las macrogranjas, con efectos ecológicos y medioambientales altamente perversos, que expulsa la población de sus territorios y que deja a la España Vacía más vaciada. Hay que defender la primera y hay que frenar la segunda. Y esto lo voy a decir una y otra vez allí donde corresponda. Es parte de mi trabajo y de nuestro compromiso.

¿Este debate puede afectar a las elecciones en Castilla y León?

Entiendo que cuando el PP lanzó el bulo tenía que ver con estos intereses partidistas. Evidentemente es un tema que puede que sea un elemento de campaña. Pero creo que al PP le va a salir mal este intento de convertir esto en un eje, porque en muchos municipios son los propios militantes del PP los que se manifiestan contra estas macro granjas. Esta campaña sobreactuada del Partido Popular le va a salir mal. 


 

/ALBA VIGARAY (FOTOS)

El ala socialista del Gobierno, como ha publicado EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, teme que esta polémica dé alas a Vox en el mundo rural, ¿cree que puede producirse este efecto?

Conviene recordarlo: es el mundo rural el que se está levantando frente a las macrogranjas. Y por eso digo que la estrategia de las derechas puede resbalar, les va a descarrilar porque ellos lo han construido a partir de un bulo, pero las mentiras tienen las patas muy cortas. Puede que funcione en el corto plazo de dos, tres días para mentir a la población, pero en cuanto se profundiza, la gente no quiere este modelo, la gente quiere ganadería tradicional, ganadería extensiva. Por eso recibimos tanto apoyo de ganaderos individuales y organizados. Si la campaña se vehicula por ahí, al final será esa gente la que tendrá que decidir. 

Usted dice que si el PP hace campaña con esto le irá mal, pero ¿IU y Podemos pondrán en el centro este asunto de cara a las elecciones?

Precisamente en esa famosa entrevista yo elogiaba la ganadería extensiva de Castilla y León. Podemos e IU llevan tiempo trabajando por revertir la despoblación que se vive en gran parte de este territorio, con mejores servicios públicos, más médicos, infraestructuras…¿Qué ofrece el Partido Popular de Mañueco, aparte de bulos? Ofrece recortes en la sanidad, ofrece macrogranjas. Lo único que hace es reproducir los problemas de la España vaciada. Y por eso creo que cuanto más se debata sobre estas cuestiones, más posibilidades habrá de que la gente se dé cuenta de que la estrategia del Partido Popular es la de bulo y la mentira. Y espero que eso tenga una respuesta en las urnas.

¿Se alegra de haber abierto este debate?

Yo creo que no es una cuestión de sentimientos. Es nuestro deber, es una cuestión de responsabilidad y de convicción. Yo quiero que mis hijas, la mayor tiene 3 años, tengan la posibilidad de vivir en un mundo habitable y ahora mismo esa posibilidad está amenazada por el cambio climático. Tenemos que hacer todo lo que tenemos al alcance. No vale con decir que somos ecologistas si no logramos que eso se lleve a puerto. Y esto te lleva también a situaciones incómodas. A nadie le gusta que le insulten, eso es lógico, pero desgraciadamente así funciona la política hoy en día y no nos vamos a rendir.

En su entrevista en The Guardian asociaba el consumo de carne y la masculinidad. ¿Cree que existe una relación?

No es que lo crea, es que los estudios que se han hecho de publicidad así lo subrayan. Mucha de la publicidad de productos cárnicos está vinculada o dirigida al hombre. Es así. Y el consumo de carne es mayor entre los hombres que entre las mujeres. Así funciona. No es una opinión; esto está establecido y eso es un factor más. No es el más importante, pero está ahí.

En Andalucía las tres papeletas a la izquierda del PSOE están intentando llegar a un acuerdo para ir juntos a las elecciones. ¿Lo ve posible?

No lo sé. Ahora mismo desde la candidatura de Unidas Podemos en Andalucía está trabajando y hablando con todo el mundo para intentar ir con un proyecto más ambicioso en unas elecciones donde hay ocho circunscripciones y donde penaliza ir separado. No soy quien puede hablar sobre ello porque no estoy en ese proceso. Pero se está intentando porque siempre esa línea siempre ha estado en nuestro ADN.

¿Cree que Yolanda Díaz puede contribuir a ese encuentro de la izquierda?

Yo creo que Yolanda podría contribuir a muchas cosas. De hecho, creo que es un referente clarísimo de todo el espacio de izquierda, es capaz de llegar a muchos otros espacios que están mucho más allá de Podemos e Izquierda Unida. Pero en Andalucía no sé en qué fase podría conseguir cosas que se están trabajando desde hace mucho tiempo y soy incapaz de responder a esa pregunta. 

¿Comparte que los partidos políticos deben quedar en un segundo plano en este proyecto?

Cualquier proceso de transformación en este país va a tener que contar necesariamente con los partidos políticos. Nosotros tenemos una implantación territorial extraordinaria, con miles de concejales, con alcaldes, con conocimiento y bagaje. Todo eso es parte de lo que vamos a construir y hay que sumar a otras organizaciones, también pretendiendo alcanzar a mucha otra gente. La clave va a ser que podamos tener un proyecto de país que represente a una España donde quepamos todos. 


POLÉMICA

Ganadería industrial: ¿cuáles son los impactos que denuncia el ministro Garzón?

Hoy en día, con unas derechas que defienden una España pequeñita, chiquitita, donde solo caben unos pocos y todos los demás somos antiespañoles, hay que oponer a eso un proyecto de integración y de fraternidad. Y eso significa juntar a mucha gente distinta. Eso es lo que está en la reflexión colectiva.

¿Cuál cree que debe ser el papel de IU en este futuro proyecto?

Nuestro deber es contribuir lo máximo posible a que Yolanda sea presidenta de Gobierno. Y para eso está el trabajo cotidiano que hacemos desde las instituciones, no solo del Ministerio de Consumo, sino desde los miles de municipios donde tenemos presencia y las cientos de alcaldías, y desde nuestra participación en los gobiernos autonómicos. Todo eso suma porque es conocimiento, capacidad de organizar el territorio y sumar de una manera muy fraterna con otras tradiciones políticas, con quienes se incorporan ahora y quienes vienen de otras organizaciones. Es una lógica y un espíritu muy rico y honesto, que es lo que siempre ha defendido IU desde hace más de 30 años, cuando se fundó en 1986.


 

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¿El proyecto debe estar listo para lanzarse en las autonómicas de 2023?

Bueno, eso…(medita) Yo creo que no… que no conviene precipitar los acontecimientos. Conviene que sea un proceso que se cueza a fuego lento para que el resultado sea lo más satisfactorio posible. Pero no cabe ninguna duda de que los partidos vamos a ir a todas esas elecciones, y si conseguimos que para cuando lleguen todas esas elecciones esté todo el proceso mucho más fraguado, será mucho mejor. Pero sin urgencias, que a veces lo urgente se come lo importante.

Sobre la reforma laboral, ¿considera que hay que introducir cambios para obtener el respaldo de los socios?

No puedo comprometer la negociación. Sí creo que estamos ante una reforma laboral muy positiva y supone un punto de inflexión tras años sufriendo recortes de derechos a la clase trabajadora. Esta es la primera reforma laboral que los recupera. A partir de ahí hay aspectos técnicos que tendrán que ser dialogados y ver si eso se puede mejorar o no y en qué dirección. No me corresponde a mí y hay que dejar que los negociadores puedan hacerlo con total libertad. 

Podemos decía que no era la reforma que hubiera aprobado siendo la parte mayoritaria del Gobierno, ¿comparte esta reflexión?

Tenemos un peso dentro de la coalición, y de ahí se deriva nuestra capacidad de acción. Más allá de eso, tenemos una reforma laboral pilotada por la ministra de Trabajo que ha recuperado derechos y tenemos el deber de que salga adelante. Hay que trabajar para eso y para que podamos consolidar esos derechos. Y eso no significa que dejemos de pelear por nuevos avances sociales.

Ahora que se cumplen dos años de legislatura, ¿qué balance hace del Ministerio de Consumo y del Gobierno de coalición?

Es satisfactorio. La publicidad de las casas de apuestas ha desaparecido, se protege a nuestros jóvenes, teléfonos como el 902, que era una sangría económica, ya no existen; derechos de los consumidores, como que el gobierno pueda sancionar a las grandes empresas cuando hay fraudes; hemos ampliado los plazos de devolución de dos a tres años, facilitamos la reparación de los productos. Todo esto es solo una pequeña parte de lo que hacemos. Estamos muy satisfechos.


 

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Nuestro objetivo es cumplir la legislatura y seguir haciendo más cosas. Pero para estos dos años yo creo que se engarza muy bien con una labor de trabajo en conjunto del gobierno de coalición que nadie se esperaba. Cuando empezó la legislatura nos dijeron que el Gobierno estaba condenado a extinguirse porque era de coalición. Y aquí estamos, haciendo las cosas razonablemente bien.

¿Cree que la coalición goza de buena salud?

Yo diría que sí, siendo una coalición, donde no necesariamente existe esa uniformidad. 

 


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